¿Por qué nadie quiere hablar de la depresión en voz alta?

La depresión es un trastorno invisible para muchos, y que puede crear focos rojos de una forma muy sutil, aunque también es capaz de afectar las vidas de al menos 322 millones de personas en el mundo de acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 18 % más que hace una década.

Es un hecho que esta enfermedad también ha invadido la vida de músicos, actrices y celebridades de la industria del entretenimiento, que tras aceptar su condición, han puesto bajo el reflector esta problemática que nos puede afectar a todos.

Sophie Turner es una de las actrices que ha padecido de depresión

Recientemente Sophie Turner, quién interpreta a Sansa Stark en la exitosa serie Game of Thrones, reveló que sufrió depresión cuando la presionaron para que perdiera peso – «El mayor desafío para mí fue levantarme de la cama, salir de la casa y aprender a quererme a mi misma” – mencionó durante una entrevista.

Sophie también declaró que las redes sociales la afectaron bastante, pues era sensible a lo que la gente decía sobre ella. Ser parte del elenco de una de las series más vistas de todos los tiempos atrajo todo tipo de críticas y comentarios sobre su apariencia así como sobre su actuación. Pero gracias al apoyo de su prometido, Joe Jonas y el tratamiento adecuado, dice sentirse mucho mejor.

Otro caso reciente es el del cantante canadiense Justin Bieber que, en entrevista para Vogue, confesó haber pasado una etapa complicada durante su último tour – “Caí en una gran depresión estando de gira” – y reveló haber sido adicto a un medicamento que se prescribe para la ansiedad.

Ambos casos tuvieron desenlaces “felices” pues tanto Turner como Bieber lograron superar sus problemas con atención médica y el amor de sus seres queridos. Algo que no es el común denominador en el historial de celebridades que padecen depresión, pues es capaz de esconderse detrás de una sonrisa o el éxito profesional y tener un desenlace funesto.

Tecnología para el bienestar emocional

La depresión puede alcanzar un cuadro crónico y tomar hasta seis meses para diagnosticarse; causa sufrimiento y altera las actividades laborales, escolares y personales. La patología se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que generalmente se disfrutan.

Por fortuna la tecnología y la ciencia han encontrado la forma de mejorar el estado emocional de las personas que sufren de depresión o ansiedad, gracias a diversos avances en los campos de la neurociencia, que pueden mejorar la salud mental de manera segura y eficaz sin los efectos secundarios de tratamientos medicados.

Uno de los métodos que está llamando la atención tanto de pacientes como médicos es la Estimulación Transcraneal de Corriente Directa o TDCS por sus siglas en inglés, una técnica no invasiva de estimulación cerebral que utiliza una señal eléctrica mínima apenas perceptible para cambiar los patrones de actividad neuronal.

Numerosos estudios científicos han demostrado que esta técnica tiene mayor respuesta en pacientes clínicamente deprimidos frente a la terapia de conversación o los medicamentos antidepresivos. Lo que diferencia a la tDCS de otros tratamientos es que ataca directamente el problema fisiológico y no tiene efectos secundarios.

Health For Better Neuroscience, un grupo de expertos en salud mental con sede en la Ciudad de México y León, Guanajuato, nos explican que esta tecnología le ha brindado tranquilidad a miles de personas que quieren mejorar su estado emocional sin medicación o que han probado terapias sin éxito.

Desde luego que hay muchas formas de combatir la depresión y la ansiedad, la buena noticia es que hoy la neurociencia nos ofrece alternativas para tratar la raíz fisiológica de estos trastornos sin efectos secundarios, logrando cubrir la creciente necesidad de tratamientos que no tengan efectos colaterales.

Fuente: Vogue México y Latinoamérica